Falda del Carmen, provincia de Córdoba. El sol en la cara, el sudor en la frente, las noches donde habitan las estrellas y se funden con el humo de los hornos, las texturas que inundan el ambiente, las manos que acarician el barro, generaciones de aprendizaje, el ladrillo como objeto unificador entre quien lo elabora y la tierra. Los hornos ladrilleros que abren sus bocas de fuego durante tres días y tres noches para albergar centenares de pequeñas masas de tierra que fueron moldeadas a mano, esa mezcla perfecta final de tierra, fibra vegetal, aire, agua y fuego. La familia como núcleo de enseñanza de labores y la posibilidad de retratar aquellos trabajos manuales y tradicionales no popularizados que prevalecen en la actualidad.
Trabajo realizado en el marco del "Proyecto Integrador Final" Diplomatura de Fotografía Documental.- UBA .
AUTORES: Laura Cassin-Melanie Hassenclever-Cristian Nicollier-Nuria Cervantes-Marisa Arce Zencich
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